21 de agosto de 2011

TRES EN UNO

Bienvenid@

 Hoy te quiero hablar de dos perspectivas que nos hablan de nuestros tres centros. Estas dos perspectivas, como todo en la vida no son una antítesis la una de la otra, sino una unión de dos puntos de focalización diferentes: la perspectiva de la ciencia occidental y la perspectiva de la ciencia oriental. 


LA CIENCIA OCCIDENTAL.   

Se han realizado muchos estudios sobre el cerebro, tanto anatómicos como funcionales y fisiológicos. Ahora sabemos que nuestro cerebro está dividido en tres componentes que aparecieron progresivamente  a través de la evolución y que se superpusieron.


El más antiguo, está localizado por debajo y hacia atrás. Los científicos le llaman archipallium o primitivo, y también se le conoce como cerebro reptiliano. Comprende varias estructuras del tallo encefálico, médula, cerebelo, mesencéfalo, núcleo basal, el globo pálido y los bulbos olfatorios.  Es responsable de la autopreservación. Donde ocurren las reacciones instintivas, acciones involuntarias y  funciones viscerales  indispensables para nuestra preservación. El desarrollo del bulbo olfatorio y sus conexiones hicieron posible un análisis de los estímulos olfatorios y el mejoramiento de las respuestas ante olores como el ataque, la huida y la reproducción. 

En este cerebro reptiliano hay que hacer una mención especial a la médula espinal que es la parte que conecta el cerebro con nuestro cuerpo. Es, por así decirlo, la mensajera o el vehículo mensajero de conexión, aunque por sus funciones también es más que un simple vínculo de conexión de informaciones ya que puede realizar actos en los que el cerebro no tiene decisión, limitándose a recibir la información de lo que está ocurriendo. 

El segundo en aparecer es lo que los científicos han llamado el cerebro paleopallium o intermedio. Apareció en los mamíferos antiguos y comprende el sistema límbico. Este sistema controla las conductas necesarias para la supervivencia de los mamíferos. Está encargado de funciones que permiten distinguir lo agradable y lo desagradable. Se desarrollan pues funciones afectivas. Las emociones y sentimientos están originados en el sistema límbico, y, además es responsable de algunos aspectos de la identidad personal y de funciones relacionadas con la memoria.

El tercer cerebro se ha llamado neopallium o superior racional. Comprende casi la totalidad de los hemisferios constituídos por un tipo de corteza más reciente llamada neocorteza. Corresponde al cerebro de los mamíferos superiores. Es capaz de producir el lenguaje simbólico, el generador de ideas y pensamiento abstracto.

Según los estudios realizados hasta ahora, estas tres capas han aparecido una después de la otra en la especie y siguen apareciendo en este orden en el desarrollo del embrión y feto.

 

El médico y neurocijano Paul MacLean nos dice que estos tres cerebros son tres computadoras biológicas que, aunque están interconectadas, han retenido cada una de ellas sus tipos peculiares de inteligencia, subjetividad, sentido del tiempo y espacio, movilidad y otras funciones.



LA CIENCIA ORIENTAL

La ciencia oriental y su medicina hablan desde un enfoque energético. Habla de un sistema muy complejo. Este sistema está compuesto por los llamados chakras y los nadis o meridianos, según sea la cultura hindú o la tradición china la que hable de ellos.

Chakra es una palabra sánscrita que significa rueda. En realidad los chakras son vórtices energéticos que absorben y cambian de forma la energía para que pueda ser asimilada por el cuerpo y se encargan de distribuirla. Es decir, son receptores, transformadores y distribuidores.

Según la tradición oriental existen siete chakras principales, veintiún secundarios y varios miles de chakras llamados accesorios. 

Los siete chakras principales tienen su raiz, es decir, nacen de la médula espinal. Funcionan como las ruedas de un molino con la energía para que se distribuya a través de los nadis o meridianos. Nadi también es una palabra en sánscrito que significa tubo o canal y son canales energéticos por los que circula la energía, a través de la médula y por todo el cuerpo.

Según nos describe esta perspectiva oriental, de los siete chakras principales, los tres primeros pertenecen al reino animal ya que rigen la forma de supervivencia, de sexualidad y de alimentación. Están ubicados el primero en el perineo, el segundo en las gónadas sexuales y el tercero a 3 ó 4 cms. del ombligo.

Los dos siguientes son relativos al ser humano, en relación a cómo ama, es amado y sus expresiones creativas y artísticas. Estos dos chakras se encuentran a la altura del esternón y en la garganta.

Los dos últimos pertenecen al reino divino, refiriéndose los orientales al uso de la intuición, el intelecto, la imaginación y el conocimiento. Se encuentran en el entrecejo y en la coronilla. 

El primero y el séptimo son simples pues sólo tienen un vórtice, el resto son dobles con vórtices delantero y posterior.

Así pues vemos que los orientales también dividen estos chakras principales en tres grupos según la función energética que realizan.

Evidentemente tanto los tres cerebros de la ciencia occidental como los tres plexos energéticos de la oriental nos están hablando de los tres centros principales gestores de la información: el centro instintivo, el emocional y el racional.

Desde el punto de vista informacional, estos tres centros tienen funciones y características distintas porque resuenan con campos morfogenéticos distintos. Pero recuerda que sean diferentes no significa que estén en oposición de forma natural sino que se interrelacionan formando una unidad. Están conectados y se influyen mutuamente. No importa si lo vemos desde una perspectiva anatómica, energética o informacional, cada uno influye a los otros dos y es influido por ellos y por eso los tres tienen que ser considerados porque al final son TRES EN UNO.

Hasta la próxima.
Que la luz de tu corazón guíe tu camino.